Las lágrimas de un elefante al ser liberado tras 50 años de cautiverio

Durante toda su vida, Raju fue un animal maltratado y una atracción turista sometido a la «mendicidad»

LA VOZ   09 de julio de 2014

¿Cómo reaccionarias si te hubieras pasado 50 años de tu vida encarcelado? Probablemente como el elefante Raju, las lágrimas serían el primer sentimiento. El animal llevaba desde que era una cría obligado a vivir como un preso con las patas atadas con cadenas de púas, como una atracción turística en el norte de la India y maltratado por los múltiples dueños que tuvo a lo largo de medio siglo.

Sometido a una rutina de «mendicidad», cuando la organización Wildlife SOS, con sede en Nueva Delhi, descubrió la historia del elefante Raju intentaron por todos los medios buscar la libertad para este animal. Así el 4 de julio, un año después de conocer los hechos pero con todas las ordenes judiciales en el bolsillo, pusieron en macha una operación para rescatarlo de sus captores. El equipo, formado por diez personas, entre ellas cuidadores de elefantes, veterinarios y personal de emergencia, se presentó donde estaba cautivo el elefante. Con la ayuda de una veintena de agentes forestales y a pesar de la negativa de su amo, lograron liberar al animal de sus cadenas y de su dueño.

Según sus salvadores, el elefante Raju se echó a llorar al ser liberado, seguramente por el dolor de las cadenas de púas que aprisionaban sus cuatro patas. «Las cadenas alrededor de sus piernas tenía picos que estaban cortando en la carne y cada vez que se movía las heridas rezumaban pus. El dolor y la brutalidad eran todo lo que él sabía de la vida, incluso su dueño le arrancó todo el pelo de su cola para vender como amuletos de buena suerte», explicó Geeta Seshamani, cofundador de Wildlife SOS. Después lo trasladaron en un camión especial a sus instalaciones.

«Estamos muy contentos de que este elefante tendrá una vida mejor después de tantas décadas de sufrimiento», aseguró un portavoz del Departamento Forestal de Uttar Pradesh, que fueron los que denunciaron su situación a la ONG. Ahora, Wildlife SOS admite que en su nuevo hogar elelefante Raju no será maltratado y contará con un recinto para caminar, una piscina y la compañía de otros siete paquidermos. Sin embargo, desde la institución avisan que los próximos meses van a ser complicados para el animal debido «a su historial de crueldad que le infligieron. Pero estamos seguros que no tardará en recuperarse y tener una vida sana y feliz».